viernes, 12 de septiembre de 2014

En fin, ¿qué puedo decir que no haya dicho ya? Me llamarán loca porque no entienden más que lo que está en sus narices, pero aún así me apetece decir mi opinión, porque ante todo, TODO EL MUNDO TIENE DERECHO A DECIDIR.
Me pregunto el porqué se ofenden cuando les llaman españoles, cosa que son, les llena de orgullo y satisfacción hacer una V humana con la señera. Sinceramente no lo entiendo.
No me define una bandera con líneas rojas  y amarillas, ni me define un voto, ni me define un idioma.
¿Saben que es lo que me define? Me define las playas del Mediterráneo, me define los lagos suizos, me define los inmensos bosques de Canadá, las altas montañas de Nepal y el gran desierto del Sahara.  Me define cada niño que muere por enfermedades que NO QUIEREN curar, cada lobo ibérico que muere porque no les defienden las leyes. También me define el hecho de que se estén talando árboles en el Amazonas, el hecho de que se esté destruyendo las mentes brillantes que algún día podrían florecer de los tantos jóvenes de este país.  Me define el derecho a la sanidad, a una vivienda digna, a un trabajo y, sobretodo, a una EDUCACIÓN. Me define el vecino del quinto que desahucian, al chico que se sentaba junto a mí en clase que ahora sabe más de drogas que de la Revolución Rusa. Me define, sobretodo, los residuos altamente tóxicos que se vierten en las costas africanas, más conocidas como el vertedero del mundo. Me define el analfabetismo de nuestros universitarios, y también la explotación infantil de Apple.
Todo eso me concierne, me concierne y me define como persona. Pues, ¿qué soy entonces? Alguien que está dejando que el mundo se vaya a la mierda. Mejor separados que unidos, claro que si, mejor pensar en mi mismo que en lo que nos rodea. Es muchísimo mejor pensar en que yo estaré bien mientras los obreros catalanes seguirán sin llegar a fin de mes, seguirán sin derecho a una educación medianamente digna y a una vivienda, sin hablar de sanidad… Claro que sí, mucho mejor.
¿Saben qué? Me la comen bien doblada las estupideces como esta, porque allá fuera hay un mundo que tenemos que arreglar, unos derechos que aún tenemos que conseguir, y no solo catalanes, si no el mundo entero. Me la comen doblada los que reclaman eso, porque son unos egoístas, pensando que así les irá mucho mejor. Pues déjenme decirles que el pobre seguirá siendo pobre (con todo lo que ello conlleva) y el rico seguirá jodiendo a base de bien, porque eso pasa aquí y en la Conchinchina.
No me mal interpreten con lo que digo, amo Cataluña, y por ello me da igual que sea un país o no, lo único que me importa es que siga limpia y bonita, que siga siendo la tierra que amé.

En fin, esto no va a cambiar nada, pero TODOS JUNTOS sí podemos. Sea como fuere, permítanme un dicho nativo americano: Dentro de cada hombre hay una lucha entre dos lobos, el del amor y el del odio, y solo gana aquel al que alimentas.