¡Qué caprichosa la luna!
¿Sabes por qué nos mira
envidiosa ella?
Nos ve juntos, nos amamos,
Podemos tocarnos, besarnos.
Ella no puede estar con su amado,
pues
Él siempre huye de la noche
fría,
Y ella del cálido día.
¡Pobrecilla, la luna! Nunca
podrá encontrarse con su amante
Y tiene que quedarse allá
arriba, maldita, rodeada de luces parpadeantes.
¿Acaso no te da pena, ella?
¡Pobre luna! ¡Qué envidiosa,
ella!
Me da lástima, pero le pediría
mil escusas
Para poder siempre abrazarte
bajo su luz tenue,
Esa luz que simboliza amor, que
refleja al dictador del día.

Por suerte, hay almas destinadas a encontrarse :)
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