domingo, 23 de noviembre de 2014



Miro la luna llena, que ilumina tanto como una gran hoguera en el centro de un círculo infinito. Estás tan lejos, y yo en tan inmensa soledad. Parece que los días van tan rápidamente, tan vacíos que ni los veo pasar.
Y caminando entre los campos nocturnos, olores húmedos y frescos, me acuerdo de aquella noche en el desierto, en la que entre risas y bromas prometimos una amistad eterna.
-          Arnau, mira el cielo. – te dije mientras tenía la cabeza contorsionada mirando el interminable firmamento.- No caben las estrellas de tantas que hay, y mira que el cielo es grande. Es por eso que hay estrellas fugaces, como  no caben todas, algunas caen de tan apretadas que están.
Y tú me miraste. Y tú sonreíste. Y tú soltaste esa carcajada tan contagiosa que tienes mientras yo tocaba la arena fina que rebosaba por entre mis diminutas manos, formando así un extraño reloj de arena humano.
 Y con esos ojos moros puestos en los míos de gitana me dijiste:
-          Vamos a las haimas, mi Fátima.

Así, entre dunas y estrellas, me pediste que me casara contigo.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Desobediència quan interessa? No gràcies.


Jo vull desobeir per les persones que passen fam tant al meu país com a l'estranger. També vull desobeir per lluitar contra el canvi climàtic i per què els nostres fills sàpiguen el que és un bosc, una bonica platja o un llop ibèric.
Jo vull desobeir per què els corruptes, tan catalans o els de la resta d'Espanya paguin el que han robat. Jo vull desobeir per aquells que han sigut oblidats pel temps. Vull desobeir no per un futur millor, sinó un present digne.
Jo vull desobeir per veure els estels cada nit. Desobeir per aprendre, Desobeir per ensenyar. Vull, per sobre de tot, que sigui més important els sentiments que l'avarícia, i que s'hi apreciï més el temps que els diners.
Jo vull desobeir perquè la cultura no sigui una opció, sinó una necessitat. Que tothom llegeixi i vagi al cinema, que tothom pugui somniar amb les paraules i els colors.
Jo vull desobeir per lluitar pels nostres drets com a éssers humans, tant els meus com els dels nens a Síria que viuen en continues guerres, o pels nens de l'Índia que passen fam cada dia, o pels nens espanyols que no tenen una bona educació. Vull que els nostres boscos siguin tan immensos com els de Canadà, i les platges siguin tan netes com les de Costa Rica. Vull un president com el d'Uruguai i, sobretot, vull la felicitat de totes les persones que hi són a aquest món. I tots units podem.

No vull separatismes, vull unió. No vull egoisme, voto per l'altruisme.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

Texto del discurso pronunciado por José Mujica, Presidente de la República Oriental del Uruguay, en la cumbre Río+20
Conferencia de Naciones Unidas por el desarrollo sostenible (20 de junio de 2012)
“Autoridades presentes de todas las latitudes y organismos, muchas gracias. Muchas gracias, nuestro agradecimiento al pueblo del Brasil y a su señora presidenta. Y muchas gracias a la buena fe que seguramente han manifestado todos los oradores que me precedieron.
Expresamos la íntima voluntad, como gobernantes, de acompañar todos los acuerdos que esta, nuestra pobre humanidad, pueda suscribir.
Sin embargo, permítasenos hacernos algunas preguntas en voz alta.
Toda la tarde se ha estado hablando del desarrollo sustentable y de sacar a inmensas masas de la pobreza.
¿Qué es lo que aletea en nuestras cabezas?
¿El modelo de desarrollo y de consumo, es el actual de las sociedades ricas? Me hago esta pregunta: ¿qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar?
Más claro: ¿el mundo tiene los elementos hoy, materiales, como para hacer posible que 7 mil, 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales?
¿Será posible, o tendremos que darnos algún día otro tipo de discusión? Porque hemos creado una civilización en la que estamos, hija del mercado, hija de la competencia, que ha deparado un progreso material portentoso y explosivo, pero lo que fue economía de mercado ha creado sociedades de mercado y nos ha deparado esta globalización – que significa mirar por todo el planeta – y ¿estamos gobernando la globalización o la globalización nos gobierna a nosotros?
¿Es posible hablar de solidaridad y de que estamos todos juntos en una economía que está basada en la competencia despiadada?
¿Hasta dónde llega nuestra fraternidad?
Nada de esto lo digo para negar la importancia de este evento. No. Es por el contrario. El desafío que tenemos por delante es de una magnitud, de carácter colosal, y la gran crisis no es ecológica, ¡es política!
El hombre no gobierna hoy las fuerzas que ha desatado, sino que las fuerzas que ha desatado lo gobiernan al hombre. Y la vida.
Porque no venimos al planeta para desarrollarnos en términos generales. Venimos a la vida intentando ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Y esto es elemental, pero si la vida se me va a escapar trabajando y trabajando para consumir un plus, y la sociedad de consumo es el motor, porque en definitiva si se paraliza el consumo o si se detiene, se detiene la economía, y si se detiene la economía es el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros.
Pero ese hiperconsumo a su vez es el que está agrediendo al planeta, y tiene que generar ese hiperconsumo cosas que duren poco porque hay que vender mucho. Y una lamparita eléctrica no puede durar más de mil horas prendida. Pero hay lamparitas eléctricas que pueden durar cien mil, doscientas mil horas, pero esas no se pueden hacer porque el problema es el mercado, porque tenemos trabajar y que tenemos que tener una civilización de use y tire, y estamos en un círculo vicioso.
¡Estos son problemas de carácter político! que nos están diciendo la necesidad de empezar a luchar por otra cultura. No se trata de plantearnos volver al hombre de las cavernas, ni tener un monumento del atraso. Es que no podemos indefinidamente continuar gobernados por el mercado, sino que tenemos que gobernar al mercado.
Por eso digo que el problema es de carácter político. En mi humilde manera de pensar. Porque los viejos pensadores definían – Epicuro, Séneca, los Aimara – “pobre no es el que tiene poco, sino verdaderamente pobre es el que necesita infinitamente mucho y desea y desea y desea más y más“. ¡Esta es una clave de carácter cultural!
Entonces, voy a saludar el esfuerzo y los acuerdos que se hacen. Y los voy a acompañar como gobernante, porque sé que algunas cosas de las que estoy diciendo rechinan.
Pero tenemos que darnos cuenta.
Que la crisis del agua, que la crisis de la agresión al medio ambiente, no es una causa.
La causa es el modelo de civilización que hemos montado, y lo que tenemos que revisar es nuestra forma de vivir.
¿Por qué? Pertenezco a un pequeño país muy bien dotado de recursos naturales para vivir. En mi país hay tres millones de habitantes, un poco más, tres millones doscientos. Pero hay unos trece millones de vacas de las mejores del mundo. Unos ocho o diez millones de ovejas estupendas. Mi país es exportador de comida, de lácteos, de carne. Es una penillanura[ii]. Casi el 90% de su territorio es aprovechable.
Mis compañeros trabajadores lucharon mucho por las ocho horas de trabajo y ahora están consiguiendo seis horas. Pero el que consigue seis hora se consigue otro trabajo, por tanto trabaja más que antes.
¿Por qué? Porque tiene que pagar una cantidad de cuotas: la motito que compró, el autito que compró. Y pague cuotas y pague cuotas. Y cuando quiere acordar es un viejo reumático como yo y se le fue la vida.
Y uno se hace esta pregunta: ¿ese es el destino de la vida humana?
Estas cosas son muy elementales. El desarrollo no puede ser en contra de la felicidad. Tiene que ser a favor de la felicidad humana, del amor, arriba de la tierra, de las relaciones humanas, de cuidar a los hijos, de tener amigos, de tener lo elemental!
Precisamente, porque eso es el tesoro más importante que tiene. Cuando luchamos por el medio ambiente, el primer elemento del medio ambiente se llama la felicidad humana.
Gracias.”


Sé que no hacéis caso a mis publicaciones, pero por favor, este es un llamamiento a todos para leer uno de los discursos más sabios, seguramente el que más, por lo menos de los que he leído.
Un gran hombre, un gran gobernante, de una gran país como es Uruguay, José Mujica, habla sobre cuál es el desarrollo real de la sociedad. ¿Creéis que tiene razón?
En mi humilde opinión, esto es lo que intento día a día transmitir a mis amigos, familia y compañeros. Puede sonar poco humilde, pero por fin empieza a haber gente con voz que piensa como yo en este aspecto, y que el desarrollo humano reside en la felicidad y no en el consumismo masivo que hay en la sociedad actual.
Por fin a los modernos y considerados locos cínicos, hablo de los que pertenecen al grupo de Diógenes de Sínope, se nos empieza a oír, ya tarde para la que se nos avecina.
De nuevo, gracias José Mujica por tu sabiduría, ¡que dure muchos años!

lunes, 6 de octubre de 2014

He viajado por todo el mundo
y en ningún lugar encontré unos ojos como los tuyos.


Eternos días pasé
echando de menos el olor a romero,
eternos días pasé
buscando tus ojos en los verdes olivos.
Luna llena, ¿dónde estás?
Guíame por el sendero
hasta llegar donde lo eterno yace
y déjame ser digna de ese paisaje.
Tranquilidad del alma
cuando llego a la cima de tu mirada.
Y es allí donde me encuentro
me alejo de todo,
me alejo del olvido.

viernes, 12 de septiembre de 2014

En fin, ¿qué puedo decir que no haya dicho ya? Me llamarán loca porque no entienden más que lo que está en sus narices, pero aún así me apetece decir mi opinión, porque ante todo, TODO EL MUNDO TIENE DERECHO A DECIDIR.
Me pregunto el porqué se ofenden cuando les llaman españoles, cosa que son, les llena de orgullo y satisfacción hacer una V humana con la señera. Sinceramente no lo entiendo.
No me define una bandera con líneas rojas  y amarillas, ni me define un voto, ni me define un idioma.
¿Saben que es lo que me define? Me define las playas del Mediterráneo, me define los lagos suizos, me define los inmensos bosques de Canadá, las altas montañas de Nepal y el gran desierto del Sahara.  Me define cada niño que muere por enfermedades que NO QUIEREN curar, cada lobo ibérico que muere porque no les defienden las leyes. También me define el hecho de que se estén talando árboles en el Amazonas, el hecho de que se esté destruyendo las mentes brillantes que algún día podrían florecer de los tantos jóvenes de este país.  Me define el derecho a la sanidad, a una vivienda digna, a un trabajo y, sobretodo, a una EDUCACIÓN. Me define el vecino del quinto que desahucian, al chico que se sentaba junto a mí en clase que ahora sabe más de drogas que de la Revolución Rusa. Me define, sobretodo, los residuos altamente tóxicos que se vierten en las costas africanas, más conocidas como el vertedero del mundo. Me define el analfabetismo de nuestros universitarios, y también la explotación infantil de Apple.
Todo eso me concierne, me concierne y me define como persona. Pues, ¿qué soy entonces? Alguien que está dejando que el mundo se vaya a la mierda. Mejor separados que unidos, claro que si, mejor pensar en mi mismo que en lo que nos rodea. Es muchísimo mejor pensar en que yo estaré bien mientras los obreros catalanes seguirán sin llegar a fin de mes, seguirán sin derecho a una educación medianamente digna y a una vivienda, sin hablar de sanidad… Claro que sí, mucho mejor.
¿Saben qué? Me la comen bien doblada las estupideces como esta, porque allá fuera hay un mundo que tenemos que arreglar, unos derechos que aún tenemos que conseguir, y no solo catalanes, si no el mundo entero. Me la comen doblada los que reclaman eso, porque son unos egoístas, pensando que así les irá mucho mejor. Pues déjenme decirles que el pobre seguirá siendo pobre (con todo lo que ello conlleva) y el rico seguirá jodiendo a base de bien, porque eso pasa aquí y en la Conchinchina.
No me mal interpreten con lo que digo, amo Cataluña, y por ello me da igual que sea un país o no, lo único que me importa es que siga limpia y bonita, que siga siendo la tierra que amé.

En fin, esto no va a cambiar nada, pero TODOS JUNTOS sí podemos. Sea como fuere, permítanme un dicho nativo americano: Dentro de cada hombre hay una lucha entre dos lobos, el del amor y el del odio, y solo gana aquel al que alimentas. 

miércoles, 5 de marzo de 2014

Una muchacha se encuentra encima de un árbol talado, intentando comprender el porqué de esa situación.
Y es que el porqué es el inicio, es el esbozo de un sabio. El porqué nos enseña desde nuestra alma, y la curiosidad es la madre de todos los conocimientos. Pero ahora mismo hay que preguntarse: ¿qué porqué se pregunta?
Ahora mismo el porqué está ahí sentada. Está ahí sentada porque han talado un árbol. ¿Qué es realmente talar un árbol?
Si partimos de la base de que es un vegetal, que bebe por las raíces y  mediante la fotosíntesis transforma el dióxido de carbono en oxígeno o viceversa llegamos a la conclusión de que es un ser vivo. Entonces, si se tala un árbol, se le separa de las raíces que le dan la vida, y si eso es así, realmente se está matando al árbol, pues cuando a un ser vivo se le quita la vida no es otra cosa que matar.
¿Cómo se permite matar a un árbol pero no a una persona, o a caso no es lo mismo? Él está vivo, como nosotros, fluye vida en él, y él fluye en nosotros, porque lo respiramos, o cuando comemos de su fruto, o simplemente cuando otro animal come de él y nosotros nos lo comemos. Somos el árbol, el árbol es nosotros.
La joven empieza a tocar la rugosidad de la corteza del árbol muerto e imagina su majestuosidad en vida, tocando el cielo con el verde de sus hojas. Una lágrima desciende de sus verdes ojos, cual hierva en plena primavera, pues no hay mejor comienzo que una bella primavera soleada y llena de color.
Tampoco sabemos con certeza qué siente el árbol. Tal vez la sola rozadura de nuestros dedos sobre sus delicadas hojas lo mata de dolor, o le enternece el espíritu, o simplemente no siente tacto alguno. ¿Nos oyen? Tal vez escuchen más que otros tantos, tal vez nos intentan hablar con sus va y ven y esa danza extraña con el viento. Tal vez nos ven, ven nuestra belleza al tocarlos o nuestra fealdad al cortarles la vida. ¿Saben a qué sabe el agua de la lluvia?
Entonces, en este ciclo se demuestra que nosotros formamos parte de ese árbol y él de nosotros, pues lo llevamos dentro de nosotros cuando respiramos. ¿Y a caso no retornamos a él cuando morimos? Así es como pertenecemos a la tierra y a los árboles a su vez.
Después de este duro pensamiento, la inocente se vuelve hacia el bosque, y observa cuán ciega ha estado hasta entonces, mirando hacia la salvaje naturaleza y disfrutando del despertar de su mente, ahora ya disfrutando de cada instante que pasa en esa maravilla de la madre naturaleza, que ha dado luz a la tierra donde ella se siente segura, donde se siente ella misma. Donde ha comprendido que sus hermanos no tienen que ser de su semejanza.

Y la pobre muchacha se sigue peguntando el porqué no es delito talar un árbol, pues él tanto nos da como nos quita la vida.


lunes, 10 de febrero de 2014

Un manto blanco, de diminutos cristales cubre el bello campo, y yo lloro porque la bonita primavera ahora tiene competencia, una mágica y fría competencia.

Además la luna ilumina el brillo plateado que destella la húmeda nieve cuando el cielo se tiñe de un azul tenebroso y las estrellas salen a saludar. Solo entonces aparece la magia.

sábado, 11 de enero de 2014

Pasando las horas muertas,
Noches vacías,
Lunas sin estrellas,
Mares en vela.
El sentido me huye,
Las calles quedan muertas,
El aullido del lobo,
El aullido de un loco.
¿Dónde me encuentro?
Las palabras se olvidan,
Los hechos se quedan,
Qué bella vida.
El río fluye,
Como yo, es poco constante.
Bella poesía en los ojos
De un extraño que me mira.
¿Tu quién eres?
Soy el que calla,
Soy aquel que observa,
Aquel que en mil años,
Ha amado a la misma dama.
Soy aquel que en mil años,
Solo ha besado unos labios.
Soy aquel que en mil años,
Tan fina piel toqué
Una y otra vez.
Soy aquel que en mil años,

Encima del árbol me atormenté.

miércoles, 1 de enero de 2014


Triste belleza,
tus ojos brillan
y tu piel me grita.
Tus labios callan
mientras acaricio tu carita,
dulce sonrisa.
Amarga sea tu ausencia,
que de envidia se muere
la luna que hoy está llena.
Que de envidia se muere, 
cada bonita estrella.