lunes, 29 de octubre de 2012


              

Miro a sus ojos y veo que no puede contener las lágrimas
Sus ojos ahora se asemejan a unos diminutos diamantes, brillantes y con un conjunto de colores que destellan. Siempre me sorprendió su manera de llorar. Es triste, pero tan bonita a la vez. La forma en que frunce el ceño cuando te mira, como un niño pequeño que busca los brazos de su madre. El modo que te observa desde la otra punta de la habitación en tu rostro lo que piensas. Esa manera tan suya de apretar los labios húmedos de lágrimas, ni muy carnosos ni muy finos, buscando mi abrazo, creyendo que en él encontrará la solución y donde lo único que encuentra es el latido de mi corazón, lento y continuo, y la respiración cuando apoya su cabeza en el vientre esperando algún tipo de aprobación en mi, tan similar al va y ven de las olas.
Y cuando, mientras sorbe por la nariz, busca en mi mirada una respuesta, le digo que todo irá bien, que no se preocupe, no hay nada sin solución, ni un mañana sin un ayer.

sábado, 20 de octubre de 2012

No estoy inspirada.
¿Qué porqué escribo? Respuesta simple y fácil: pura necesidad. No pretendo con ello decir que soy escritora, ni mucho menos, que yo no cobro.
Lo que quiero decir es que amo la fantasía, la mentira que supone la literatura, amo los nuevos mundos, los ya creados y los que hace falta imaginación para crear. Amo la historia de cada personaje, la historia de cada ciudad inventada, lo que esconden esos falsos ojos oscuros.
Por ello no puedo dejar de lado la escritura, por el puro placer que me produce el inventar algo, aunque este tonto mecanismo lo acabo haciendo monótono y acabo por escribir textos vacíos, sin sentido, de mala calidad, que caen en picado en un pozo sin fondo.
Tal es la necesidad que escribo en cualquier lugar: en la estación de trenes, en la clase mientras explican conceptos inútiles que no interesan a nadie(ese es otro tema), mientras veo la televisión, mientras estoy con los amigos, ¡e incluso cuando estoy sola en mi habitación!
No estoy inspirada, estoy vacía de alma, a pesar de mis ganas de vivir. Veo el absurdo de la vida, pero aún así amo la vida, me río de ella e intento sacarle lo mejor, aunque siga atormentándome por su sinrazón.
Tal vez necesita un poco de tiempo a solas, porque cuando la soledad embarga a alguien necesita de esos amigos imaginarios, esos amigos con los que te comunicas con papel y tinta, te ríes y lloras con ellos, les explicas tus largas horas paseando bajo árboles naranjas, bajo un cielo púrpura, sobre hierva azul. Les explicas como volaste hasta tocar las estrellas, y como allí pudiste contemplar la tierra mientras abrazabas a la luna creciente. Como apareció la inspiración en forma de ángel y te dijo con voz demoníaca:  'no estás sola, esos amigos estarán siempre, esa es tu maldición.'

jueves, 18 de octubre de 2012

Ellos.


Los que te hacen sentir que el tiempo no pasa como si estuvieras en medio de la nada, sin saber donde vas o donde estás. Los que te hacen creer que nada va mal. Los que te enseñan a sonreír, a llorar, a divertirte. Esa gente que te saca de quicio y no les aguantas cuando estás de mal humor, o al contrario, no les aguantas por ese mal humor que tanto te hace reír. Aquellos que creen en ti cuando el mundo no lo hace, cuando ni siquiera tienes las fuerzas suficientes de levantarte de la cama, que te hacen creer que el mundo no funciona sin ti. Ellos que te sacan de ella y te dicen que todo irá bien.
Para algunos son la familia, para otros esas personas son los amigos, o, para mi, son todo su conjunto,sin el cual no puedes levantarte cada mañana con una media sonrisa.
Apreciad lo que tenéis, nunca se sabe cuando te lo pueden arrebatar. Y cuando eso pase, si realmente tienes lo que tienes que tener, lucha.

viernes, 12 de octubre de 2012

¡Qué bella es la noche! Vivo enamorada del día, por supuesto, con el sol abrasador mientras estás en la playa, con esas grandes y azules olas en las cuales poder deslizarme hasta caer rendida. Lo adoro, adoro el día por la brisa amarilla, por los colores alegres que desprende el ambiente.

Pero ¿ y qué es de la noche? Qué bonita es la noche. Paseos nocturnos con los amigos, la arena fina y fresca en la que poder pensar mientras escuchas olas invisibles que confundes con el cielo nocturno. La luz de la luna alumbrando rostros sin nombre, figuras de arena en la noche. Pero aquella noche, mientras miraba por la ventana de mi habitación, la noche me pareció un espectáculo bellísimo.

La luna brillaba blanca, y parecía sonreírme por entre las nubes negras iluminadas por su luz, por su brillo. Las casas tocadas por delicadas pinceladas de luz pálida, calles desiertas y tranquilas, con algún que otro coche que, con dos ojos brillantes, pasaban lentamente, como sin querer hacer ruido, y marchaban hacia algún viaje, tal vez sin destino, desconocido para mi, misterioso.

Sí, aquella noche fue muy especial
porque fue cuando descubrí lo maravilloso que puede ser el insomnio, que te hace ver cosas que quizá otros se pierdan, cosas que hacen que  ames la vida más intensamente.


domingo, 7 de octubre de 2012


Una vez recuerdo que mi padre me dijo algo que entonces no le encontré sentido y que ahora, con diecinueve años, entiendo a la perfección: ‘El ignorante vive feliz porque no ve más allá de lo que tiene, el que entiende vive preocupándose de lo que sucede en el mundo y deja de vivir felizmente para ocuparse de esos asuntos que no puede cambiar y que le martirizan. Pero el que realmente vive una vida intensa es aquel que, aun sabiendo lo que sucede en el mundo y lo que podía llegar a tener sigue adelante creyéndose afortunado por lo que tiene.’ Yo me considero de éstos últimos, ya que después de saber todo lo que he aprendido en un largo y duro camino, no creo, sé que soy afortunada de tener todo lo que tengo, a pesar de que los demás crean que no es suficiente.
Pues bien, después de llegar a la conclusión de que soy feliz, y no, no miento cuando digo que sé que soy feliz, he de hacer saber como he llegado a este punto, al punto de saber que lo soy. Nunca mi vida fue fácil, tampoco me importó y nunca me quejé, pero no está de más el saber que cuando una no sigue la corriente del mundo, cuando no fluye como la sociedad quiere, no acaban las cosas como una quiere que acaben. Y fue este último verano, fue ayer, cuando me di cuenta de ello, y a pesar de eso sigo siendo feliz, porque si algo sé, además de que soy feliz, es que nunca hay que tener expectativas de lo que puede suceder, si no que hay que esperar a que pase para saber realmente que sucederá. Porque a veces por mucho que lo intentes las cosas van a su ritmo, y tu tienes que bailar sin marcar tu tiempo, si no que hay que hacerlo al tiempo de la música.


Pero no siempre fui así, es decir, no siempre tuve clara mi filosofía de vida. Siempre he sabido quien soy y adonde quería llegar, simplemente me faltaba saber cual era la manera de llegar a ese punto. Siempre pensé que el camino es algo que hay que disfrutar, pero cuando te empieza a fallar las piernas, no lo notas hasta que te paras en un punto. No notas ese dolor hasta que te sientas y miras el camino recorrido. Es entonces cuando te das cuenta de la de mierdas que has pisado, pero aun así has seguido para adelante, aunque de mierda hasta arriba. Pero al pararte, el dolor aparece, pero tienes fuerzas suficientes para limpiarte la porquería. Podrás seguir hacia adelante limpia, aunque siempre queda el recuerdo, pero solo es eso, recuerdos. Y finalmente el dolor desaparece y vuelves a empezar, sabiendo que seguirás pisando mierdas y seguirás sintiendo ese dolor hasta el final, aunque te puedes sentir feliz porque a pesar de ello, en ese camino estás rodeada de flores, flores hermosas que te hacen olvidar la suciedad que llevas encima.



miércoles, 3 de octubre de 2012

- El cielo es mucho más bonito cuando está a punto de amanecer, ¿no te parece?- dijo la dulce chica mirando al cielo mientras se dirigían a la estación de tren.
- Pues yo lo veo igual que cuando es medianoche.
- ¿Enserio no lo ves? - y sigue mirando con una media sonrisa.
- ¿El qué?- el pobre chico no entendía nada. Pobre, era tan simple, aunque a ella siempre le había gustado esa parte de él, esa parte que no ve más allá del ahora.
-¿No?- y echó una risita.
- No, ¿qué debería ver?
- Tendrías que saberlo. ¿nunca has experimentado la sensación de que todo es más bello cuando va a terminar aunque durante el transcurso haya podido ser igual de hermoso y no te hayas dado cuenta hasta el último momento, cuando ya es tarde? Al ser humano se le da muy bien experimentarlo, me incluyo. - y así, después de darle una palmadita en la espalda, se fue corriendo hacia la estación desde donde se escuchaba el rumor de un tren a punto de empezar su largo trayecto habitual.


lunes, 1 de octubre de 2012

¿Qué si he perdido la fe en la humanidad? ¿Es eso lo que quieres saber?
No amigo, no he perdido la fe en la humanidad, aunque crea que son una panda de inútiles e inservibles títeres del capitalismo no he perdido la fe en ellos. El ser humano es fascinante y jamás hay que dejar de amarlo, dejar de creer en algo tan increíble como la humanidad es, tenía que decirlo, una calamidad.
El ser humano es horriblemente increíble, y si se me permite decirlo, cuando quiere puede llegar incluso a ser  un animal inteligente.
No, no he perdido el norte. Sé lo de la Segunda Guerra Mundial, y me suena mucho la oscura época medieval. También me conozco las torturas romanas. Por eso he dicho que el ser humano puede ser inteligente, pero no he mencionado que usase mal su inteligencia.
¡Pues claro que es posible un mundo mejor! Pero claro, cuando digo un mundo mejor no me refiero a la utopía de Platón, ni al anarquismo de Bakunin. Un mundo mejor es aquel en el que, aún habiendo políticos españoles y estadounidenses tocapelotas. Incluso habiendo dinero y religión, hay gente capaz de darlo todo por otros, que es capaz de salir y luchar por lo que cree, no solo por uno mismo, si no por los demás.
Ya sé ya sé que suena hipócrita porque nunca me he planteado en salir a manifestarme en las ridículas manifestaciones barceloninas, pero quien sabe, tal vez algún día deje de ser tan cobarde y salga de esta habitación a luchar por algo. Ya sé que dije que no había perdido la esperanza, pero ¿acaso la esperanza no es un sentimiento que carece de perspectiva? ¿no es algo que esperas que ocurra y que nunca ocurre?
Nunca me he incluido en ese grupo de la humanidad que es valiente y tenaz. Es más, soy de las que incluso ha dejado de imaginar un mundo sin guerras y sin hambre. Solo dije que creo en ellos. Y que si el mundo viese más allá de sus Iphones, tal vez, aunque solo fuesen unos segundos, verían lo maravillosa que es la vida y luchasen por ella. Por que de vida solo hay una, y no pienso desperdiciarla luchando por algo que los demás no aprecian.
Lucharé por mi día a día, por que yo sí amo a la vida y creo que merezco mi lucha. ¿Y tú, a qué esperas para saber si lo merece o no?